Su Excelencia
Distinguidisimo e Ilustre Sr. Presidente de la República
Reciba mis saludos, a la vez que me permito expresarle, mis deseos de los mayores parabienes a usted y su distinguidísima familia.
Sé que le produce una sorpresa, la osadía del suscrito remitirle una carta y sobre todo abierta. No la hago a titulo de miembro del PRD, institución política a la que me honro pertenecer por más de tres décadas, la escribo en calidad de ciudadano y por mis celos con los hombres de que tienen calidades intelectuales, políticas y humanas, que sobre pasan las barreras que imponen el partidarismo, en un país acucioso, donde cualquier acto se interpreta como un mensaje codificado. Recuerdo que un líder político nuestro dijo: ” Me gusta el arroz y la habichuela, le interpretaron que votara por una alianza determinada y luego dijo, quiero pollona con berenjena, ese era un mensaje que votaran por un sindico santiagués” .
Esta carta no tiene mensajes codificados, será extensa y explicita, le externaré mi humilde opinión sobre la reelección y la búsqueda de un tercer periodo por su excelencia. Créame, me anima, un sentimiento de respeto que tengo por usted, desde aquel día que nos conocimos y Ud. Dijo: “maldigo llamarme Leonel”, fue en el Club Rotario de San Francisco de Macorís, por un desliz involuntario que yo iba a cometer, que no llegué a cometerlo, obviamente en privado me disculpé y usted caballerosamente me contestó, “No, no ha pasado nada, gracias a usted, porque eso me permite promocionar el nombre de Leonel, porque yo no conozco ningún presidente en el mundo que se haya llamado Leonel”.
Yo no quiero maledicencia para su nombre, deseo que la historia recuerde como un gran estadista a ese único Leonel que ha sido Presidente. Voy a expresarle mis puntos de vistas como ciudadano y estudioso de la historia, lo hago con respeto, sin trapisondas, sin deseos de hacerle daño, ni aspiraciones personales de ninguna naturaleza, ilustre Sr. Presidente.
Nuestra generación se hizo adulta camino al cementerio, justamente cuando el país era conducido por un presidente reeleccionista. Ese gran esfuerzo que hicieron nuestros hombres y mujeres, que lucharon por la vuelta a la constitucionalidad; por la democracia que había implantado el Partido Revolucionario Dominicano y su Presidente depuesto, había tenido un costo muy alto para estos prohombres, que dejaron una estela de sangre, privaciones de la libertad, exilio político y crímenes salvajes por la banda colorá, estas atrocidades superaron al Triunvirato. Esta es la triste memoria histórica que tiene el pueblo dominicano sobre las Reelecciones Presidenciales.
Presidente, los pueblos eligen sus mandatarios con una misión histórica, por ejemplo, en el 1962, Prof. Juan Emilio Bosch y Gaviño, fue electo para que implantara la semilla de la democracia, no la dejaron germinar. Eligió a Don Antonio Guzmán para democratizar la democracia, que paradójicamente el Dr. Balaguer implantó una dictadura contra las ideas liberales, la libertad de expresión, contra la educación, contra el sistema de partidos, se llenaron las cárceles de jóvenes revolucionarios, a la en su funesto régimen de los doce años el crimen de estado alcanzó los niveles más primitivos de toda América. Al recién fenecido Presidente Salvador Jorge Blanco, fue electo para la reafirmación del estado de derecho, los derechos humanos y constitucionales de los dominicanos, a la vez que se iniciaría las políticas tributarias obligatorias para forjar una nueva sociedad, recuerdo la palabra de un amigo Sueco que le dije: Miller, pero en tu país hay una dictadura fiscal?
Me contestó, un país es lo que pagan sus ciudadanos. Por eso Suecia es Suecia. En muchos países de África no se paga nada de impuesto, esos países son semi esclavos y están privados de lo más elemental que necesita el ser humano para la sobrevivir.
Me contestó, un país es lo que pagan sus ciudadanos. Por eso Suecia es Suecia. En muchos países de África no se paga nada de impuesto, esos países son semi esclavos y están privados de lo más elemental que necesita el ser humano para la sobrevivir.
Permitidme dar una salto de una década, usted fue electo en su primer periodo, que algunos consideran fue producto del azar del destino, pero dice Carlos Marx, que el azar es una categoría histórica, difiero de los que así piensan, pero ese no es el tema, el país necesitaba un Presidente Moderno, que nos insertara en el campo internacional, que reformara el estado y sus códigos obsoletos, que nos trazara las metas para terminar el milenio y nos diera un guion para el inicio del tercer milenio. No voy hacer apología de lo que ud. Hizo, pues todo el mundo sabe, que la visión atrasada del Presidente Balaguer a la visión reformadora suya del estado, hay una distancia extraordinaria. Sin entrar en detalles, usted cumplió con su papel, pero igual que el Presidente Salvador, la Privatización y Capitalización de las empresas del estado, producto de una política neoliberal de la época, hizo que terminara ese primer periodo con los índices críticos de popularidad.
No voy a juzgar el papel del Presidente Rafael Hipólito Mejía, porque fui funcionario del Servicio Exterior y sería poco honesto enjuiciarlo, para mi esta éticamente proscrito. Ahora bien, usted y yo sabemos, que el Presidente Mejía tuvo que asumir una impronta para la que no fue electo, la quiebra fraudulenta bancaria, que en una conversación que sostuvo cuando era embajador en Alemania, me dijo, una de las principales figuras del FMI a nivel mundial, me aceveró que si Hipólito Mejía no asumía el precio de sacrificar su presidencia y su partido, hoy República Dominicana, el sistema financiero se hubiese ido de bruces.
Producto de esa impronta, vuelve usted ha ser electo en año 2004 y en el 2008 para reafirmar la superación de los problemas bancarios, que con gallardía manejó satisfactoriamente. Siendo usted un hombre con una formación liberal y revolucionaria, igual que el suscrito, somos los dos productos de la generación que se fraguo en la UASD, en la década del 70, hasta nacimos el mismo año 1953, debe entender que la alternabilidad es una garantía de regímenes democráticos que fortalecen las instituciones de un país.
Presidente, estoy leyendo de Eduardo Luis Duhalde, un libro sobre el estado terrorista Argentino, encontré algunos documentos del Presidente General Videla, hoy encarcelado, en uno ellos hay una reflexión, lo terrible del poder ejercido de manera absoluto, es que lo disfrutan muchos y las penalidades son para una sola persona, el Presidente.
Debo finalizar esta epístola, honorable Sr. Presidente, usted ha pensado los terribles relatos de corrupción que se hacen eco Alicia y Nuria, sin que no haya ninguna acción de estado. Ha pensado en ese duro trago de Wikileaks de fin año, no solo para su gobierno, sino para todos los dominicanos que tratamos de cuidar la imagen de este pais, en el cable filtrado señala con el dedo acusador de falta de ética a un ex ministro y miembro del Comité Político, no hablo del otro, porque no tiene categoría para entrar en las líneas de esta carta. Finalmente, ha pensado en el precio de reelegirse. Presidente, la gente piensa que al reelegirle a usted, están reeligiendo esa pléyades de funcionarios (inamovibles) cada vez menos digerible para la conciencia nacional y que se distancian de la conducta acrisolada que ha mantenido el Sr. Presidente.
Con sentimientos de alta considración y estima personal,Muy Atentamente,
Dr. Willians De Jesús Salvador
Director Ejecutivo de la
Tertulia Fórum Político Dominicano
Santiago de los Caballeros,
9 de Enero, 2001
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