El presidente Leonel Fernández abogó aquí por el mantenimiento de las flexibilidades alcanzadas por las naciones menos adelantadas, así como las pequeñas y vulnerables economías, de las cuales el país es miembro en los borradores de los textos de la Ronda Doha, negociados en el 2008. Fernández hizo el planteamiento en un encuentro que sostuvo con el director general de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy, donde igualmente abogó por que sea aprobado un salvaguarda especial en el comercio agrícola, de tal forma que la producción de aquellos bienes de mayor producción no se vean perjudicados por ingresos súbitos de productos similares externos debido, entre otros factores, a una caída en el precio internacional de los mismos. Mediante dichas flexibilidades se reconocen las desventajas de las economías de estos países frente a las naciones desarrolladas, introduciendo mecanismos que protegen a los sectores sensibles en el área agrícola e industrial de estos países. En el área de bienes no agrícolas, la flexibilidad solicitada por el mandatario parte de la no aplicación de la fórmula de reducción de los aranceles ya negociada y el reconocimiento de líneas arancelarias para productos sensibles en ambas áreas de producción. “Con la aprobación de estas flexibilidades, entre otras, se reconoce el papel del comercio en el impulso del desarrollo tal y como fue originalmente justificado para el lanzamiento de la actual Ronda Doha de negociación en el 2001”, sostuvo Fernández. En su encuentro con Pascal Lamy, el gobernante reafirmó la política de apertura aplicada por la República Dominicana a través de los diversos tratados de libre comercio que ha implementado con sus países vecinos del Caribe, Centroamérica y los Estados Unidos, así como el Acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea. El señor Lamy, de su lado, reconoció el éxito de esta política al comentar la fuerte posición que tienen los productos orgánicos dominicanos, principalmente el guineo y el cacao, en el mercado europeo. También, felicitó a las autoridades dominicanas por el dinamismo de su economía, siendo uno de los pocos países en alcanzar un crecimiento positivo en el 2009 y un nivel de 7.6% el pasado año. En otro orden, el presidente Fernández agradeció al señor Lamy el esfuerzo desplegado frente a los países desarrollados para aumentar el valor de la ayuda al comercio, mecanismo de cooperación financiero que busca en los países en desarrollo, el aumento de las capacidades productivas en el área comercial tanto en la construcción de la infraestructura de apoyo al comercio, puertos, aeropuertos, carreteras, como en el desarrollo de las capacidades técnicas. |
COMERCIO
Leonel pide se mantenga la flexibilidad económica
ABOGA SE APRUEBE TAMBIÉN SALVAGUARDA EN COMERCIO
El presidente Leonel Fernández abogó aquí por el mantenimiento de las flexibilidades alcanzadas por las naciones menos adelantadas, así como las pequeñas y vulnerables economías, de las cuales el país es miembro en los borradores de los textos de la Ronda Doha, negociados en el 2008. Fernández hizo el planteamiento en un encuentro que sostuvo con el director general de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy, donde igualmente abogó por que sea aprobado un salvaguarda especial en el comercio agrícola, de tal forma que la producción de aquellos bienes de mayor producción no se vean perjudicados por ingresos súbitos de productos similares externos debido, entre otros factores, a una caída en el precio internacional de los mismos. Mediante dichas flexibilidades se reconocen las desventajas de las economías de estos países frente a las naciones desarrolladas, introduciendo mecanismos que protegen a los sectores sensibles en el área agrícola e industrial de estos países. En el área de bienes no agrícolas, la flexibilidad solicitada por el mandatario parte de la no aplicación de la fórmula de reducción de los aranceles ya negociada y el reconocimiento de líneas arancelarias para productos sensibles en ambas áreas de producción. “Con la aprobación de estas flexibilidades, entre otras, se reconoce el papel del comercio en el impulso del desarrollo tal y como fue originalmente justificado para el lanzamiento de la actual Ronda Doha de negociación en el 2001”, sostuvo Fernández. En su encuentro con Pascal Lamy, el gobernante reafirmó la política de apertura aplicada por la República Dominicana a través de los diversos tratados de libre comercio que ha implementado con sus países vecinos del Caribe, Centroamérica y los Estados Unidos, así como el Acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea. El señor Lamy, de su lado, reconoció el éxito de esta política al comentar la fuerte posición que tienen los productos orgánicos dominicanos, principalmente el guineo y el cacao, en el mercado europeo. También, felicitó a las autoridades dominicanas por el dinamismo de su economía, siendo uno de los pocos países en alcanzar un crecimiento positivo en el 2009 y un nivel de 7.6% el pasado año. En otro orden, el presidente Fernández agradeció al señor Lamy el esfuerzo desplegado frente a los países desarrollados para aumentar el valor de la ayuda al comercio, mecanismo de cooperación financiero que busca en los países en desarrollo, el aumento de las capacidades productivas en el área comercial tanto en la construcción de la infraestructura de apoyo al comercio, puertos, aeropuertos, carreteras, como en el desarrollo de las capacidades técnicas. |
El presidente Leonel Fernández abogó aquí por el mantenimiento de las flexibilidades alcanzadas por las naciones menos adelantadas, así como las pequeñas y vulnerables economías, de las cuales el país es miembro en los borradores de los textos de la Ronda Doha, negociados en el 2008. Fernández hizo el planteamiento en un encuentro que sostuvo con el director general de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy, donde igualmente abogó por que sea aprobado un salvaguarda especial en el comercio agrícola, de tal forma que la producción de aquellos bienes de mayor producción no se vean perjudicados por ingresos súbitos de productos similares externos debido, entre otros factores, a una caída en el precio internacional de los mismos. Mediante dichas flexibilidades se reconocen las desventajas de las economías de estos países frente a las naciones desarrolladas, introduciendo mecanismos que protegen a los sectores sensibles en el área agrícola e industrial de estos países. En el área de bienes no agrícolas, la flexibilidad solicitada por el mandatario parte de la no aplicación de la fórmula de reducción de los aranceles ya negociada y el reconocimiento de líneas arancelarias para productos sensibles en ambas áreas de producción. “Con la aprobación de estas flexibilidades, entre otras, se reconoce el papel del comercio en el impulso del desarrollo tal y como fue originalmente justificado para el lanzamiento de la actual Ronda Doha de negociación en el 2001”, sostuvo Fernández. En su encuentro con Pascal Lamy, el gobernante reafirmó la política de apertura aplicada por la República Dominicana a través de los diversos tratados de libre comercio que ha implementado con sus países vecinos del Caribe, Centroamérica y los Estados Unidos, así como el Acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea. El señor Lamy, de su lado, reconoció el éxito de esta política al comentar la fuerte posición que tienen los productos orgánicos dominicanos, principalmente el guineo y el cacao, en el mercado europeo. También, felicitó a las autoridades dominicanas por el dinamismo de su economía, siendo uno de los pocos países en alcanzar un crecimiento positivo en el 2009 y un nivel de 7.6% el pasado año. En otro orden, el presidente Fernández agradeció al señor Lamy el esfuerzo desplegado frente a los países desarrollados para aumentar el valor de la ayuda al comercio, mecanismo de cooperación financiero que busca en los países en desarrollo, el aumento de las capacidades productivas en el área comercial tanto en la construcción de la infraestructura de apoyo al comercio, puertos, aeropuertos, carreteras, como en el desarrollo de las capacidades técnicas. |
El presidente Leonel Fernández abogó aquí para que se mantenga la flexibilidad alcanzada por las naciones menos adelantadas, así como las pequeñas y vulnerables economías.
Fernández hizo el planteamiento en un encuentro que sostuvo con el director general de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy.
Allí también abogó porque sea aprobado una salvaguarda especial en el comercio agrícola, de tal forma que aquellos bienes de mayor producción no se vean perjudicados por ingresos súbitos de artículos similares externos.
En el área de bienes no agrícolas, la fl exibilidad solicitada por el mandatario parte de la no aplicación de la fórmula de reducción de los aranceles ya negociada y el reconocimiento de líneas arancelarias para productos sensibles en ambas áreas de producción.
“Con la aprobación de estas fl exibilidades, entre otras, se reconoce el papel del comercio en el impulso del desarrollo tal y como fue originalmente justifi cado para el lanzamiento de la actual Ronda Doha de negociación en el 2001”, sostuvo Fernández.
Apertura
En su encuentro con Pascal Lamy, el gobernante reafi rmó la política de apertura aplicada por la República Dominicana a través de los diversos tratados de libre comercio que ha implementado con sus países vecinos del Caribe, Centroamérica y los Estados Unidos, así como el Acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea. De su lado, el señor Lamy reconoció el éxito de esta política al comentar la fuerte posición que tienen en el mercado europeo los productos orgánicos dominicanos, principalmente el guineo y el cacao.
Fernández hizo el planteamiento en un encuentro que sostuvo con el director general de la Organización Mundial del Comercio, Pascal Lamy.
Allí también abogó porque sea aprobado una salvaguarda especial en el comercio agrícola, de tal forma que aquellos bienes de mayor producción no se vean perjudicados por ingresos súbitos de artículos similares externos.
En el área de bienes no agrícolas, la fl exibilidad solicitada por el mandatario parte de la no aplicación de la fórmula de reducción de los aranceles ya negociada y el reconocimiento de líneas arancelarias para productos sensibles en ambas áreas de producción.
“Con la aprobación de estas fl exibilidades, entre otras, se reconoce el papel del comercio en el impulso del desarrollo tal y como fue originalmente justifi cado para el lanzamiento de la actual Ronda Doha de negociación en el 2001”, sostuvo Fernández.
Apertura
En su encuentro con Pascal Lamy, el gobernante reafi rmó la política de apertura aplicada por la República Dominicana a través de los diversos tratados de libre comercio que ha implementado con sus países vecinos del Caribe, Centroamérica y los Estados Unidos, así como el Acuerdo de Asociación Económica con la Unión Europea. De su lado, el señor Lamy reconoció el éxito de esta política al comentar la fuerte posición que tienen en el mercado europeo los productos orgánicos dominicanos, principalmente el guineo y el cacao.
También felicitó a las autoridades dominicanas por el dinamismo de su economía, ya que es uno de los pocos países en alcanzar un crecimiento positivo en el 2009 y un nivel de 7.6% el pasado año.
Ayuda comercial
En otro orden, el presidente Fernández agradeció al señor Lamy el esfuerzo desplegado frente a los países desarrollados para aumentar el valor de la ayuda al comercio, mecanismo de cooperación fi nanciero que busca en los países en desarrollo, el aumento de las capacidades productivas en el área comercial tanto en la construcción de la infraestructura de apoyo al comercio, puertos, aeropuertos, carreteras, como en el desarrollo de las capacidades técnicas.
En otro orden, el presidente Fernández agradeció al señor Lamy el esfuerzo desplegado frente a los países desarrollados para aumentar el valor de la ayuda al comercio, mecanismo de cooperación fi nanciero que busca en los países en desarrollo, el aumento de las capacidades productivas en el área comercial tanto en la construcción de la infraestructura de apoyo al comercio, puertos, aeropuertos, carreteras, como en el desarrollo de las capacidades técnicas.
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