lunes, 13 de febrero de 2012

GUERRA CIVIL EN SIRIA


GUERRA CIVIL EN SIRIA

La ONU acusa al régimen sirio del asesinato sistemático de civiles

El ministro de Exteriores reclama un alto el fuego como condición previa para el despliegue

La Asamblea General de Naciones Unidas debate sobre la crisis abierta en el país árabe



La alta comisionada de la ONU, Navy Pillay, se dirige al atril de la Asamblea General. / DON EMMERT (AFP)
La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, la sudafricana Navi Pillay, ha elevado de nuevo el tono para denunciar los crímenes cometidos por el régimen de Bachar el Asad, al que ha culpado de llevar a cabo una política sistemática trazada para acabar con la oposición civil. Pillay ha profundizado en la nota emitida la semana pasada y, esta vez desde el atril de la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York (vídeo en directo), ha manifestado que "la escala y naturaleza" de la represión del Gobierno sugieren que Damasco puede estar detrás de la comisión de "crímenes contra la humanidad". El Alto Comisionado para los Derechos Humanos calcula que solo el año pasado murieron a manos de las fuerzas de seguridad 5.400 personas. Pillay ha admitido que la represión contra los alzados ha alcanzado tal magnitud en el inicio de 2012 que es imposible cifrar las víctimas mortales.
La alta comisionada ha hecho especial hincapié en el "ataque indiscriminado" que las fuerzas militares han llevado a cabo en la provincia de Homs, corazón de la revuelta iniciada hace 11 meses. "El fracaso del Consejo de Seguridad para consensuar una acción firme colectiva ha envalentonado al Gobierno sirio para lanzar un asalto sin cuartel con el objetivo de aplastar a la disidencia con una fuerza sobrecogedora". Rusia, que cuenta en Siria con una base naval militar, vetó el pasado sábado 4 de febrero -junto con China- una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que reclamaba a Bachar el Asad ceder el poder y establecía una hoja de ruta para una transición democrática. Pillay ha calculado que desde que comenzase la última ofensiva militar del régimen contra Homs, hace 10 días, al menos 300 personas han perdido la vida.
La responsable del máximo órgano de la ONU para los derechos humanos, que a través de un equipo independiente lleva investiga las atrocidades en Siria, ha ofrecido durante la intervención de apertura de la Asamblea General nuevas cifras: más de 18.000 arrestados de forma arbitraria, 25.000 refugiados que han abandonado el país, y 70.000 desplazados internos, además de miles de desaparecidos desde que la localidad de Deraa prendiese la mecha de la revuelta contra El Asad.
Desde el atril de la Asamblea General de la ONU, Pillay ha instado a la comunidad internacional a actuar "ahora". "Cuanto más tarde la comunidad internacional en actuar", ha señalado la alta comisionada, "más sufrirán los civiles las incontables atrocidades cometidas en su contra".

Una fuerza de paz

Mientras, la posible formación de una fuerza para el mantenimiento de la paz como forma para salir de la crisis sigue provocando las reacciones de diferentes cancillerías. Estados Unidos ha asegurado que está estudiando la propuesta de la Liga Árabe. El contingente tendría sentido si hubiera "una paz que mantener", algo que "desgraciadamente" no sucede en Siria, según el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, ha informado asimismo este lunes de que su Gobierno está "estudiando" la idea para la creación de este contingente de Naciones Unidas y de la propia Liga para atajar la represión del régimen del presidente sirio, Bachar el Asad.
En una conferencia de prensa, Lavrov explicó en Moscú que el Gobierno ha pedido más detalles sobre la posible misión y ha reclamado un alto el fuego como condición previa necesaria para su creación. Asimismo, reiteró que la presión internacional para el fin de la violencia debe centrarse tanto en la oposición como en el Gobierno. Mientras tanto, las fuerzas gubernamentales siguen bombardeando los barrios sublevados de la ciudad de Homs.
"Esperamos que nuestros amigos árabes clarifiquen algunos aspectos", explicó Lavrov. "En primer lugar, para desplegar una fuerza de paz, es necesaria la autorización de la parte que la recibe. En segundo lugar, para que se pueda enviar una misión de mantenimiento de la paz, es necesario que haya una paz. Es decir, hace falta algo que se parezca a un alto el fuego". Algo muy difícil de lograr, según Lavrov, ya que "los grupos que combaten contra el régimen sirio no obedecen a nadie, no son controlados por nadie".
Un portavoz de la Unión Europea declaró que Bruselas respalda la iniciativa árabe. El responsable de Exteriores de Reino Unido, William Hague, precisó que, desde el punto de vista de Londres, en ningún caso la fuerza de paz debería estar compuesta por soldados occidentales. La mejor opción sería una fuerza compuesta por militares árabes, según Hague.
Por otra parte el ministro de Exteriores francés, Alein Juppé, ha declarado este lunes que cualquier acción militar extranjera en Siria solo empeoraría la situación tras la propuesta de la Liga Árabe de enviar una misión de paz liderada por los países árabes y Naciones Unidas. "Creemos que hoy cualquier intervención exterior de naturaleza militar solo empeoraría la situación, sobre todo teniendo en cuenta que no hay una decisión del Consejo de Seguridad, el único organismo que puede autorizar una intervención militar", ha afirmado el ministro.
El ministro de Exteriores ruso se pronunció también acerca de la iniciativa, atribuida a algunas capitales europeas, de convocar una conferencia de "amigos de Siria", que calificó de "positiva" siempre y cuando "sirva para unir a todos los sirios".
"Si se trata de una conferencia de amigos de la oposición siria, seguramente no contribuirá a conseguir los objetivos planteados por la Liga Árabe sobre la necesidad de abrir un diálogo nacional inclusivo, que nosotros apoyamos activamente", dijo Lavrov.


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