¡Qué Tregua Navideña!

Dr. Willians De Jesús Salvador

¡Qué Tregua Navideña! -Dr. Willians De Jesús Salvador Jueves 22.12.2011La voz más alta de la iglesia católica en la República Dominicana, Su Excelencia Reverendísima Mons. Nicolás De Jesús Cardenal López Rodríguez, con la llegada del adviento elevó un pedimento a la sociedad política para que hicieran un alto en la alocada carrera proselitista que vive el país y permitieran que la comunidad cristiana dedicara este espacio a la reflexión y  celebración del acontecimiento litúrgico más extraordinario que ha vivido la humanidad, el nacimiento del hijo de Dios, nuestro venerable Sr. Jesucristo. Los partidos políticos y sus dirigentes, buscadores permanentes de la aquiescencia electoral de todas las congregaciones cristianas, por entender que este es un voto cautivo, que se deja influenciar por la alta jerarquía religiosa, se habían caracterizado por el respeto a sugerencias como la hecha por el prelado católico, pero en esta oportunidad ignoraron la voz más alta del catolicismo dominicano. Desde los litorales de la Junta Central Electoral, que él ha pedido que la dejen trabajar en paz, la beligerancia y tozudez con que su presidente Dr. Roberto Rosario Márquez, así como el Partido de la Liberación han manejado la solicitud formal del Comando del Campaña del PRD, de que un viejo conocido de ese partido opositor, el Sr. Franklin Frías, no debe ser el Jefe del Centro de Cómputos, han hecho caso omiso, como respuesta a ese reclamo, están aplicando una línea del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), cuando soy minoría, negocio, cuando estoy en igualdad de fuerza, hago lo posible por ganar la guerra psicológica a mi adversario y cuando soy mayoría, aplasto al contrario. Cuando los dominicanos están casi metiendo los pies debajo de la mesa para disfrutar de la Cena Navideña, desde los litorales del Palacio Nacional (Que raro que este congreso no le ha puesto un nombre y quitado el genérico que lleva desde su construcción por el generalísimo), tiran los últimos cohetazos de este año con la conformación unipolar de las altas cortes, que han sido un traje a la medida del Partido de la Liberación Dominicana y su Presidente Dr. Leonel Antonio Fernández Reyna. Con este acontecimiento me llega la anécdota de que en una junta de tiranos cada uno decía los bienes que poseía, Hitler, Stalin, Mussolini, Franco y Trujillo, como es natural cada quien se jactaba de  las riquezas acumuladas dentro del ejercicio del poder, cuando le toco al nuestro General Rafael Leónidas Trujillo Molina, este dijo: “Perdonen mi modestia, yo solo tengo una isla de 48,730 kilómetros cuadrados con varios millones de hombres y mujeres a mi servicio”. Hoy el PLD puede proclamar esa misma herencia, tiene una isla para hacer lo que le venga en ganas y administrarla a su discreción, tiene Cámaras de Diputados y Senadores, Junta Central Electoral, Tribunal Supremo Electoral, Suprema Corte de Justicia, Tribunal Constitucional, Poder Ejecutivo y su Presupuesto Nacional, además del Banco de Reservas, si todo esto no alcanza tenemos una fabrica inagotable de Bonos Soberanos y un país adocenado por la miseria que por una caja navideña con el rostro del presidente, una tarjeta de solidaridad con los fondos sociales del estado, bono gas, con los fondos sociales  de todos los que pagan impuestos, bono luz, a costilla de los que pagan la energía más cara del mundo, estos electores empobrecido material y espiritualmente, tienen suprimidos por la fuerza de la miseria el derecho legitimo a elegir, imagínense me dicen que todo el que tiene una de estas canonjías del gobierno, deberá retratar su voto para que su jefe inmediato verifique que cumplió con las elevadas y únicas instrucciones electorales. La corona de adviento de existencia precristiana que preparaban los germanos de follajes verdes, con velas para esperar la primavera, ahora esta corona se prepara con cuatro velas, para encender en cada domingo del periodo en cuestión, yo espero que la ultima vela que se encienda sea para iluminar el camino del pueblo dominicano, hacia la liberación de la miseria material y espiritual, tal como dice Mateo 5,14: “Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte.”