República Dominicana. Miércoles 18 de Enero de 2012.
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Desarrollo asimétrico de RD
Willians De Jesús Salvador
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Hemos leído con detenimiento el planteamiento realizado por el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. a su excelencia el Presidente de la República, en la que se le solicita, por medio de una extensa carta, la necesidad de que se construyan un conjunto de obras en la ciudad de San Francisco de Macorís, capital del Nordeste y en las provincias que constituyen esta fecunda y laboriosa región.
En el cuarto punto de dicha misiva plantea: “Conversión del Hospital San Vicente de Paul en un Hospital Materno Infantil y la construcción de un nuevo hospital de especialidades.” Nos solidarizamos palmariamente con esta solicitud por constituir una necesidad sanitaria perentoria e impostergable.
La región Nordeste tiene una población que amerita una ciudad sanitaria que esté cónsona con las necesidades sanitarias de sus habitantes, ya que el principal centro hospitalario regional sus capacidades física y biotecnológica han sido rebasadas hace más de dos décadas, realizándose reconstrucciones de áreas clínicas que no resuelven ni en lo más mínimo el problema en cuestión.
El CRD, voz del desarrollo del Nordeste y el Cibao Central, ha estado reiterando cíclicamente la urgencia de que se construya un centro de salud que responda a las de una región que ha crecido demográficamente a un ritmo acelerado y biotecnológicamente a la asistencia pública que ha quedado rezagada, muy a pesar de ser una región que hace un generoso aporte al PIB, mientras la inversión pública se concentra fundamentalmente en la capital dominicana.
Estas discriminaciones presupuestarias que afectan el desarrollo de la capital agropecuaria del país, producen insatisfacciones que derivan en actos de protestas que solo contribuyen a un triste balance en la sociedad dominicana, crean un sentimiento de frustración y por ende acrecienta la emigración campesina a los polos de mayor desarrollo urbanístico.
Observando las asimetrías en la inversión pública en República Dominicana, me llega a la memoria las ideas sobre crecimiento económico de Joseph Alois Schumpeter que han servido para estudiar, entre otros temas, la importancia de la tecnología en las naciones que luego pasaron a ser industrializadas. Estas teorías del análisis Schumperiano del cambio tecnológico ha sido fundamental para explicar también la pobreza y el subdesarrollo de los países, que justamente se fundamenta en la falta de inversión pública de manera oportuna y cónsona con las necesidades de desarrollo de las regiones.
Tenemos un país asimétrico en su desarrollo y sus regiones van a diferentes velocidades de manera inverosímil, pues una región debe crecer de acuerdo a sus capacidades de producción y aportes al PIB.
Por las razones anteriores apoyamos la “Carta Propuesta del CRD”, en el que se consigna entre otras, que se construya una plaza sanitaria o un hospital especializado en la que tengamos la integración de los servicios fundamentales clínicos y diagnósticos que completen la oferta de servicios de salud que precisa la región Nordeste, tomando en consideración el crecimiento y desarrollo de las provincias Duarte, Sánchez Ramírez, María Trinidad Sánchez, Samaná, y también Hermanas Mirabal.
En el cuarto punto de dicha misiva plantea: “Conversión del Hospital San Vicente de Paul en un Hospital Materno Infantil y la construcción de un nuevo hospital de especialidades.” Nos solidarizamos palmariamente con esta solicitud por constituir una necesidad sanitaria perentoria e impostergable.
La región Nordeste tiene una población que amerita una ciudad sanitaria que esté cónsona con las necesidades sanitarias de sus habitantes, ya que el principal centro hospitalario regional sus capacidades física y biotecnológica han sido rebasadas hace más de dos décadas, realizándose reconstrucciones de áreas clínicas que no resuelven ni en lo más mínimo el problema en cuestión.
El CRD, voz del desarrollo del Nordeste y el Cibao Central, ha estado reiterando cíclicamente la urgencia de que se construya un centro de salud que responda a las de una región que ha crecido demográficamente a un ritmo acelerado y biotecnológicamente a la asistencia pública que ha quedado rezagada, muy a pesar de ser una región que hace un generoso aporte al PIB, mientras la inversión pública se concentra fundamentalmente en la capital dominicana.
Estas discriminaciones presupuestarias que afectan el desarrollo de la capital agropecuaria del país, producen insatisfacciones que derivan en actos de protestas que solo contribuyen a un triste balance en la sociedad dominicana, crean un sentimiento de frustración y por ende acrecienta la emigración campesina a los polos de mayor desarrollo urbanístico.
Observando las asimetrías en la inversión pública en República Dominicana, me llega a la memoria las ideas sobre crecimiento económico de Joseph Alois Schumpeter que han servido para estudiar, entre otros temas, la importancia de la tecnología en las naciones que luego pasaron a ser industrializadas. Estas teorías del análisis Schumperiano del cambio tecnológico ha sido fundamental para explicar también la pobreza y el subdesarrollo de los países, que justamente se fundamenta en la falta de inversión pública de manera oportuna y cónsona con las necesidades de desarrollo de las regiones.
Tenemos un país asimétrico en su desarrollo y sus regiones van a diferentes velocidades de manera inverosímil, pues una región debe crecer de acuerdo a sus capacidades de producción y aportes al PIB.
Por las razones anteriores apoyamos la “Carta Propuesta del CRD”, en el que se consigna entre otras, que se construya una plaza sanitaria o un hospital especializado en la que tengamos la integración de los servicios fundamentales clínicos y diagnósticos que completen la oferta de servicios de salud que precisa la región Nordeste, tomando en consideración el crecimiento y desarrollo de las provincias Duarte, Sánchez Ramírez, María Trinidad Sánchez, Samaná, y también Hermanas Mirabal.
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