Católicos afirman corrupción impide cumplir Objetivos
SANTIAGO. La corrupción pública que ha afectado al país en los últimos años, es la principal causa por lo que no se cumple con los objetivos de desarrollo del milenio.
Esa consideración es sustentada por la Conferencia del Episcopado Dominicano, externada en el editorial del semanario Camino, que circulará a partir de este domingo en las parroquias del país, titulado “Esos objetivos”.
Expresa el portavoz escrito de la Iglesia Católica que la corrupción administrativa de los últimos años “ha sido un factor determinante para estar estancados en la lucha contra este mal que padecen tantos hermanos nuestros”.
Tras considerar que la reducción de la pobreza en el país se ha quedado en un deseo, donde no se ha pasado la prueba, el semanario religioso dijo respaldar el pensamiento contenido en la Doctrina Social de la Iglesia, en el sentido de que la corrupción carcome y debilita las instituciones.
Al tiempo de recordar que el Estado es el gestor de los bienes del pueblo y que debe administrarlo, Camino es de opinión que, entre las deformaciones del sistema democrático, la corrupción política es una de las más graves.
La Iglesia Católica lo entiende de esa manera “porque traiciona al mismo tiempo los principios de la moral y las normas de la justicia social; compromete el correcto funcionamiento del Estado”.
Esa consideración es sustentada por la Conferencia del Episcopado Dominicano, externada en el editorial del semanario Camino, que circulará a partir de este domingo en las parroquias del país, titulado “Esos objetivos”.
Expresa el portavoz escrito de la Iglesia Católica que la corrupción administrativa de los últimos años “ha sido un factor determinante para estar estancados en la lucha contra este mal que padecen tantos hermanos nuestros”.
Tras considerar que la reducción de la pobreza en el país se ha quedado en un deseo, donde no se ha pasado la prueba, el semanario religioso dijo respaldar el pensamiento contenido en la Doctrina Social de la Iglesia, en el sentido de que la corrupción carcome y debilita las instituciones.
Al tiempo de recordar que el Estado es el gestor de los bienes del pueblo y que debe administrarlo, Camino es de opinión que, entre las deformaciones del sistema democrático, la corrupción política es una de las más graves.
La Iglesia Católica lo entiende de esa manera “porque traiciona al mismo tiempo los principios de la moral y las normas de la justicia social; compromete el correcto funcionamiento del Estado”.
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